Comer a ciegas no es ninguna novedad para una persona ciega o con baja visión. Sin embargo, compartir ese momento, esa experiencia a oscuras, con personas videntes puede ser muy enriquecedor para ambos. Eso nos propone Dans Le Noir.
Hace ya año y medio, allá por diciembre de 2019 (¡Qué diferente era todo entonces!) disfrutamos de una cena muy especial en el restuarante Dans Le Noir de Madrid.
Este artículo sobre nuestra experiencia debería haber salido muchos meses atrás pero llegó la pandemia, cerró la hostelería, estado de alarma… Y tantas cosas que pasaron que se nos fue quedando ahí pendiente.
Ahora que parece que (crucemos los dedos) estamos empezando a salir más y a intentar volver a la «normalidad» al fin podemos contaros todo sobre Dans Le Noir para que os animéis a probarlo.
Índice
Dans Le Noir
La cadena de restaurantes Dans Le Noir está catalogada como una de las 10 más originales del mundo. En realidad su nombre añade una interrogación al final «?» pero a efectos de lectura no la vamos a poner a lo largo del artículo.
Tiene su origen en París pero en España se han inaugurado dos establecimientos hasta ahora. Uno en Barcelona en 2009 y otro en Madrid en 2017.
Lo que nos proponen desde Dans Le Noir es una experiencia sensorial y humana muy original. Una cocina creativa en total oscuridad, acompañada y servida por guías ciegos.
Cenar a oscuras nos ayuda a ser conscientes de la diversidad y vivir en propia piel la falta de un sentido tan presente en nuestras vidas como es la vista.
Para una persona que no tiene problemas de visión (e incluso para aquellas que aún tenemos algún resto visual), es increíble como la vista puede eclipsar el resto de sentidos: el gusto, el olfato, el tacto, el oído…
Entre todos los restaurantes de la cadena, hay más de treinta empleados ciegos. Casi la mitad del total del personal. Sobre todo los guías de sala y también su CEO. Pero también tienen colaboradores con diferentes discapacidades para sus actividades y eventos.
Sin duda es un lugar único, para una cena en pareja o con amigos, para conocer y descubrir a otras personas y una gran opción para celebrar cualquier ocasión.
Nuestra experiencia en Dans Le Noir
Teníamos muchas ganas de probar la experiencia Dans Le Noir. Desde que abrieron el restaurante de Madrid, en 2017, llevamos siguiéndole la pista y apuntado en la agenda para nuestros viajes a la capital.
Más ganas nos entraron cuando mi hermano probó la experiencia en Barcelona. Así que, en pleno Puente de la Constitución, mientras la gente se agolpaba en el Mercadillo Navideño de la Plaza Mayor (¡qué raro y lejano suena eso ahora!), nosotras nos preparábamos para cenar a ciegas.
El restaurante Dans Le Noir de Madrid está ubicado en la Plaza del Biombo, número 5. Una ubicación muy coqueta y acogedora, alejada del bullicio del Madrid más turístico pero muy cerca del Palacio Real y a 400 m de la Plaza Mayor.
Para llegar, nosotras utilizamos la línea 1 del metro con parada en Sol.
Nada más entrar te das cuenta que es un establecimiento peculiar con un ambiente muy familiar y diverso (nacionalidades, discapacidades…). Un local muy bien decorado tipo industrial vintage y con mensajes chulos sobre lo que te vas a encontrar.
Como llegamos con tiempo, y mientras esperábamos a los demás, aprovechamos para tomar una cervecita. Y es que en Dans Le Noir, además de todo lo que implica la oscuridad, compartes la experiencia con otros comensales (compañeros de aventura) que no conoces. Que eso, así de primeras, puede parecer un poco raro o intimidante para los que somos más tímidos. Sin embargo es uno de los mejores recuerdos que nos llevamos de la cena.
Antes de entrar al comedor nos explican que es el concepto Dans Le Noir y algunas indicaciones de cómo actuar dentro del comedor. También nos presentaron a nuestro guía y camarero ciego, Sam.
Además, para mantener la sala totalmente a oscuras, tuvimos que guardar en unas taquillas (gratuitas) todas las posibles fuentes de luz que teníamos: mecheros, relojes, teléfonos móviles o cámaras. También es aconsejable dejar abrigos, cartera, bolsas y otros objetos que puedan convertirse en obstáculos en la oscuridad.
Entramos en el comedor en fila con la mano derecha en el hombro derecho del compañero que iba delante. Todos guiados por Sam. Pasamos tres cortinas y llegamos a la total oscuridad. Allí compartimos todos una mesa; varias parejas, un pequeño grupo de amigos, una madre y su hija…
Y comienza la cena. Sam va trayendo los platos, normalmente con varios elementos. Y también las bebidas (vinos, cocteles con o sin alcohol y agua o cerveza).
Al finalizar la cena, y ya a plena luz nos invitan a que describamos lo que hemos comido y bebido y adivinemos de qué se trataba.
Nosotras elegimos el menú de dos platos con agua y postre.
El primer plato era un menú más de pescado. Cuatro elaboraciones una de lechuga con granada y algo más, tosta con salmón y surimi, lomo de salmón con cama de arena de almendra y un rollito de calabacín con verduras.
El segundo más enfocado a las carnes: cordero medio rebozado, pollo, champiñones con dos quesos y luego un puré de apio.
Por ultimo el postre. Un muffin-coulant con chocolate, panacota con frambuesas y helado de vainilla que parecía natilla, con hierbabuena.
Todo muy rico pero acertamos mas bien poco. Nos hubiera gustado enseñaros la carta completa pero para no estropear la experiencia a futuros comensales, no dejan hacerle fotos. Y es que lo emocionante de cenar a oscuras es descubrir lo poco que usamos los otros sentidos y que perdidas estábamos intentando adivinar ciertos alimentos.
Y como decíamos al principio, la experiencia que se vive en Dans Le Noir, no es simplemente gastronómica. Es también sensorial, humana y social.
Parece ser que con la oscuridad, en ese estado de medio-alerta, nos desinhibimos más. Y sin duda, con el grupo que nos tocó lo pasamos genial. Muchas risas, charlas, momentazos… y sobre todo una velada muy enriquecedora.
Y ya cuando sales a la luz, poder intercambiar opiniones, anécdotas, etc. Te deja un gran sabor de boca.
Para redondear el fin de fiesta. Noemi, una chica que tiene discapacidad auditiva nos enseñó a decir algunas cosas en lengua de signos. Allí estábamos todos con auriculares y aprendiendo a decir: hola, me llamo tal y me gusta x.
En total fueron más de 2 horas y media (hora y media a oscuras) que se nos pasaron volando. Y que sin duda repetiríamos
La experiencia gastronómica sensorial
Cenar en un restaurante Dans Le Noir supone disfrutar de productos y confecciones innovadoras propios de cada zona mezclados con la creatividad de sus chefs. En nuestro caso, degustamos un menú de inspiración española, de la chef Stela CHISCAN..
Sentir lo que se come a través de sabores, texturas, aromas, temperaturas… es un viaje culinario que no te dejará indiferente y te llevará a deducciones curiosas acerca de los alimentos que consumes.
La duda que tendrás es si usar los cubiertos o recurrir a las manos. Eso lo descubrirás in situ. Y no te preocupes por mancharte que a oscuras se nos activa el modo «cuidado y tranquilidad». Aunque, por si acaso, que sea ropa lavable, jejeje.
El restaurante en Madrid ofrece la opción de tres tipos de menú sorpresa:
- Sencillo: dos platos (primer plato y segundo plato o segundo plato y postre)
- Completo: tres (primero, segundo y postre)
- Degustación: cuatro platos (entrante, primero y segundo, postre y una copa de champán).
Al hacer la reserva por internet puedes elegir que menú prefieres y también comentar si tienes alguna alergia, intolerancias o dieta especial.
Si quieres saber más sobre el restaurante o reservar puedes consultar su web.
La experiencia social
Como ya dijimos anteriormente, el componente social es una parte importante de Dans Le Noir.
Al no ver, los prejuicios y las convenciones sociales parecen cambiar. La comunicación fluye, se vuelve más auténtica y espontánea. Te trasladas a una atmósfera donde tu mente se abre y parece que lo que estés viviendo sea mucho más intenso.
Y es realmente curioso cómo rápidamente te pones a hablar con los compañeros de cena aunque no los conozcas de nada. Da igual que seas tímido, si te dejas llevar la experiencia que te llevarás será inolvidable.
Además, quien no conoce lo que es la ceguera o la discapacidad visual, descubrirá, junto a su guía o camarero ciego, lo enriquecedora que es la diversidad y lo capacitados que podemos estar a pesar de nuestras limitaciones. Porque si lo piensas bien ¿Quién está en inferioridad de condiciones cuando todos estamos en la oscuridad? Dependerás de él para muchas cosas dentro del comedor.
Historia de Dans Le Noir
La historia de Dans le Noir (que tiene restaurantes en varias ciudades de Europa) tiene su origen en 2004, aunque las cenas oscuras, al parecer, ya se organizaban en el siglo XIX por asociaciones de personas invidentes que querían sensibilizar a sus allegados sobre la discapacidad.
Más recientemente, en 1997 cuando la asociación francesa Paul Guinot para ciegos y deficientes visuales empieza a organizar cenas a oscuras por todo el país. En 1999 crean un restaurante a oscuras pop-up en el barrio de Montorgueil en París.
El fenómeno se extiende y en 2004 nace Dans le Noir de la mano de Edouard de Broglie, experto en innovación y RSE, junto a su amigo Etienne Boisrond. Asesorados por la asociación Paul Guinot llevan un paso más allá las cenas experimentales y crean la primera cadena de restaurantes a oscuras en el mundo.
Con los años han ido creando nuevos espacios fijos y temporales. Y se han abierto a otros ámbitos como eventos de sensibilización sobre la discapacidad o la creación del primer spa a oscuras, donde todos os masajistas son invidentes y diplomados en estética, por ejemplo.
Y para seguir disfrutando de Madrid a ciegas puedes pasar un rato divertido en la primera Escape Room a oscuras: The Darkest Room.
O disfrutar del arte a través del tacto en el Museo Tiflológico de la ONCE.