Kitchen Eye. placa de vitrocerámica inclusiva

Kitchen Eye, una vitro para cocinar a ciegas


Kitchen Eye, es una placa vitrocerámica inclusiva que permite su uso tanto de manera convencional como a través de una app o incluso asistentes de voz. Te lo contamos.

En busca de una cocina inclusiva

Hace unos años publicamos un artículo sobre una placa vitrocerámica parlante e inclusiva. La teníamos en casa de mi madre y aún se sigue usando como el primer día.

A lo largo de este tiempo mucha gente se ha puesto en contacto con nosotras para saber dónde poder adquirirla. Y también diciéndonos que han contactado con esa empresa y con otras y ya nadie producía un producto de ese tipo inclusivo.

Por unas razones u otras, ya sea por que no les era rentable o por cambio de estrategia, la verdad es que era muy triste que fuésemos hacia atrás en este tipo de iniciativas.

Gracias a estos avatares conocimos gente muy interesante. Siempre es un placer recibir mensajes y opiniones de personas que nos leen. Y además compartiendo intereses comunes.

Nos hizo mucha ilusión que nos escribiese Pili Calvo, la protagonista de «Con mis ojos» junto con su perrita Kenzie. ¿Os acordáis del programa de La2 en el que recorrían España para conocer sus gentes, su cultura, gastronomía, etc.? Muy fans.

De hecho, gracias a ella supimos de esta nueva cocina inclusiva de la que os vamos a hablar.

Desde octubre de 2021 estuvimos investigando qué opciones había en el mercado sin mucho éxito. Hasta que hace poco Pili nos descubrió la Kitchen Eye. La tendremos en cuenta cuando nos mudemos.

El reto de una cocina inclusiva

Antes de hablar de Kitchen Eye es necesario comprender la importancia de los electrodomésticos inclusivos y por qué es tan complicado que los fabriquen.

Ya de por sí, la cocina, para una persona con baja visión o ceguera (bueno o para cualquiera), es un lugar en el que hay que estar más alerta: fuego, cuchillos, demasiados cacharros por medio…

La cosa se ha complicado cuando la tecnología y el minimalismo trajeron consigo las placas vitrocerámicas. Tan lisas, tan táctiles, tan fáciles de limpiar, tan… visuales.

Esto hizo que algo tan común como cocinar se volviese aún más difícil para las personas con discapacidad visual (u otro tipo como la motriz) o incluso mayores.

Se sacrificó la accesibilidad en pro de la tecnología. Necesaria, sí, pero si no va acompañada de un compromiso social se vuelve una barrera más.

Por otro lado, muchas empresas que fabrican electrodomésticos no están dispuestas a producir elementos que no tengan un gran mercado. Añadiendo además, el handicap de que muchos de los productos adaptados suelen tener unos precios mucho más altos que los convencionales. Lo cual no beneficia ni a usuarios ni empresarios.

En definitiva, el reto de una cocina inclusiva es que sea usable por personas con o sin discapacidad (o necesidades especiales) de manera autónoma, que incorporen lo innovador de la tecnología y además no disparen su precio.

Y es aquí donde entra Kitchen Eye.

Kitchen Eye. Cómo surgió.

Durante los últimos tres años, Mondragon Componentes ha estado desarrollando un modelo de vitrocerámica diseñado para ser empleado por cualquier persona y a la vez con funciones específicas para su uso por personas con baja visión o ceguera.

Y ¿Quiénes son Mondragon Componentes? Pues la firma especializada en dar respuestas innovadoras a las cooperativas de la Corporación Mondragón vinculadas a los sectores de línea blanca, confort-hogar y electrónica.

Kitchen Eye es un proyecto colaborativo. De hecho, la idea de crear esta cocina inclusiva surgió en un congreso de diseño donde se reunieron especialistas de la ONCE y colaboradores del Aula de Componentes de Mondragon Unibertsitatea y, estos últimos, trasladaron la idea a la cooperativa.

Entre las organizaciones que participan en el proyecto podemos destacar entidades sociales como la ONCE, Begisare (Asociación guipuzcoana de afectados por la retinosis pigmentaria), Cocinando a Ciegas (iniciativa didáctica promovida por el cocinero invidente Ángel Palacios), la UPV o GSR. Industriales, como Eika, Copreci, Fagor Electrónica o Sareteknika, que han aportado su conocimiento y capacidades de fabricación. Y con el apoyo del clúster del hogar de Euskadi, ACEDE,

Destacando en la parte técnica, la colaboración y asesoramiento del CTI (Centro de Tiflotecnología e Innovación de la ONCE) y el Centro Stirling, dependiente de Mondragón Componentes y especializado en I+D.

Tras el asesoramiento y el testeo de prototipos por parte de las asociaciones, ya se está abordando el proceso de lanzamiento al mercado de Kitchen Eye.

Esta innovadora cocina de inducción fue presentada en la World Blindness Summit Madrid 2021 y en el Global Innovation Day 2021 de Euskadi.

Cómo funciona Kitchen Eye

Kitchen Eye es una vitrocerámica que puede ser usada de manera convencional o a través de una app del móvil o asistentes de voz como Alexa. Además recoge datos para mejorar la experiencia de usuario.

Una cocina de inducción aparentemente normal pero a la vez totalmente innovadora e inclusiva. Manejable por cualquier persona y, según dicen, con un precio ajustado.

La clave está en la posibilidad de interactuar con el electrodoméstico a través de la voz y de manera sencilla. Basta con dar la orden en voz alta para que la vitrocerámica se encienda o apague o ejecute otras funciones como graduar la temperatura o controlar los tiempos de cocción, entre otras.

Además, Kitchen Eye también puede puede «hablar» y responder a preguntas sencillas que le hagamos sobre la cocina. Por ejemplo, qué fuegos se están utilizando, con qué intensidad…

Una tecnología que aseguran que seguirá evolucionando y añadiendo servicios complementarios relacionados con la dieta o, incluso, acceder a clases de cocina inclusiva.

En este mini vídeo se resume en qué consiste la Kitchen Eye.

También puedes conocer más sobre Kitchen Eye en esta entrevista radiofónica en Onda Vasca.

¿Qué te parece Kitchen Eye? ¿La comprarías?


6 comentarios sobre “Kitchen Eye, una vitro para cocinar a ciegas”

  1. He tenido la oportunidad de ver la encimera adaptada a personas con discapacidad visual en las XII Jornadas celebradas por ASPREH en San Sebastián. En la presentación nos mostraron una vitrocerámica de inducción que se puede controlar y conocer su estado desde los teléfonos móviles y desde el dispositivo Alexa.
    De primeras he de dar la enhorabuena a la empresa Electrodoméstico Acede de Mondragón por su diseño de una encimera accesible. Siempre es grato saber que existen empresas sensibilizadas con la discapacidad visual. Y lo mejor de todo es que han pensado en que el precio del producto sea el mismo que una encimera convencional, por ser accesible no tiene porqué dejar de ser asequible. Doblemente grato si ambas partes salen beneficiados.
    No debemos olvidar que no sólo las personas con discapacidad visual son los únicos con la visión mermada. En la actualidad el número de personas afectadas por un déficit visual está aumentando debido al incremento de la esperanza de vida y de los avances en la medicina y la tecnología. A lo dicho hay que añadir que el 80% de los mayores de 65 años padecen problemas de visión.
    La placa de encimera que nos presentaron es de tipo inducción con tres zonas de cocción y un panel de control estándar al que le han añadido el botón Kitchen Eye que sirve de confirmación de las ordenes realizadas a través del móvil o el dispositivo Alexa. Las zonas donde se han de colocar las cacerolas metálicas están señalizadas con un circulo acorde al tamaño del fuego. El panel de control tiene las características de una vitrocerámica convencional con botones de encendido/apagado, subir y bajar la intensidad del calor de cada fuego, y dígitos para mostrar el nivel de intensidad de cada zona.
    Nos hicieron una primera demostración para controlar y conocer el estado a través del móvil con la app de Kitchen Eye y seguidamente con Alexa por voz. Accedían a las opciones del móvil a través de los lectores de pantalla (voiceover o TalkBack) y de forma manual. La aplicación está diseñada en alto contraste y con botones grandes. Y desde el asistente virtual Alexa controlaban por voz la placa vitorcerámica y solicitaban información de su estado (temporizador, temperatura, etc.). En ambos casos cada vez que realizaban un control sobre la placa a continuación confirmaban la orden con el botón Kitchen Eye. Y cada vez que se realizaba un control o cambiaba el estado (apagado, encendido, aumentar etc.) se indicaba con un pequeño pitido.
    Desde que oí de la existencia de la vitro accesible siempre me ha parecido gracioso el tener que controlarlo desde el móvil. Si ya me resulta engorroso que en el preciso momento que estoy empanando filetes recibo una llamada, tener que subir o bajar la potencia de la vitorcerámica desde el móvil con las manos “embadurnadas” no me parece muy eficiente.
    La placa vitrocerámica es totalmente lisa, sólo el botón de confirmación Kitchen Eye es perceptible al tacto, y a la pregunta de si es posible que tenga forma para detectar las zonas dónde colocar las cacerolas y sartenes, respondieron que al ser más difícil de fabricar hace que el coste se incrementase mucho.
    A mi entender el panel de control de la placa vitorcerámica son poco accesibles para las personas con resto de visión. Las líneas y los iconos que forman los botones son poco perceptibles, y los números indicadores del nivel en cada zona son pequeños y además de color rojo con poco contraste. Por lo tanto la placa vitrocerámica accesible lo es pero no tanto. Aunque tiene funciones e control por móvil y Alexa para personas ciegas o con una visión muy pequeña, sigue siendo un electrodoméstico donde las personas con resto de visión están obligadas a acercar la cara a la placa.
    Tengo la impresión que la opción del control a través del dispositivo Alexa a la larga será lo más utilizado. Esto obligará a tener que comprarlo (aquellos que no lo tengan) y además tener señal wi-fi en la cocina.
    A la hora de realizar diseños para personas con baja visión se deben tener en cuenta factores como el tamaño, el contraste, el color y la iluminación, entre otros.

    Los dibujos que forman los botones y líneas podrían ser más grandes. También ayuda que el ancho de los trazos sea mayor.
    El color de las líneas debería ser más blanco para que el contraste sea mayor con el fondo oscuro de la placa.
    Los dígitos, que muestran el nivel de potencia, más grandes y más anchos el trazo del número haría que se apreciaran mejor.
    El color de los dígitos son rojos, y sin embargo se verían mejor con colores como el azul o el amarillo que resaltan más con el fondo. Aún tendrían más contraste con colores claros o aumentando su intensidad para evitar la atenuación que realiza el cristal sobre el dígito.
    El reflejo sobre la placa vitocerámica que realizan las luces de las cocina es molesto y puede que no deje apreciar el panel de control. Sería interesante estudiar la posibilidad de colocar un cristal mate que evite los reflejos.

    Puede que el precio aumente por magnificar las características, pero teniendo en cuenta que para poder ser usado por las personas con baja visión han de comprar el dispositivo Alexa y tener acceso a la red wifi en la cocina, esto es lo que se ahorrarían con el panel de control accesible y usable.

    1. Muchas gracias por comentarnos tu experiencia y opinión. A ver si pronto tenemos suerte de probarla nosotras. Un saludo

  2. Me he enterado de la existencia de kitchen Eye tras comprar una placa de induccion para mi cocina. Me he quedado sorprendida con el panel de mandos. Es todo muy pequeño, apenas hay contraste , me veo obligada a encender la luz para poder ver bien. Entonces busque en Internet y encontré esta placa.Tengo 66 años y mi vista ya no es muy buena. ¿Donde puedo encontrar esta cocina? Gracias

  3. Para las personas con dificultadas físicas o discapacidades, es necesario adaptar sus hogares para permitirles tener un día a día pleno. Bajar la altura de los muebles si va en silla de ruedas y crear caminos sólidos por el jardín para que puedan disfrutarlo

    1. Hoy en día la domótica es un gran aliado para la accesibilidad pero también, como bien dices, es necesario tener en cuenta las necesidades de los usuarios. Hacer una casa adaptada a las características de quien la habita debería ser una prioridad. El problema es que muchas veces implica un gasto demasiado elevado. Muchas gracias por comentar. Un saludo

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