Viaje. Estación de tren.

Asistencia en viaje para personas con discapacidad.


Un viaje a través de las posibilidades de asistencia en diferentes medios de transporte. ¿Conoces todas estas opciones para tener una experiencia más inclusiva?

Un viaje y muchos medios

El pasado fin de semana hicimos un viaje relámpago a Barcelona y, debido a la huelga en Renfe, tuvimos que utilizar diferentes medios de transporte: tren, taxi, avión, autobús, metro…

Y en uno de esos momentos que estaba en el tren medio adormilada por el cansancio y el vaivén, me pareció interesante hacer un artículo sobre las posibilidades de asistencia que tenemos las personas con discapacidad para viajar con más tranquilidad y seguridad.

Muchas veces desconocemos que existen estos servicios y otras veces, aunque sabemos que existen no hacemos uso de ellas. Y ese es un gran error. Es necesario utilizarlas para que sigan existiendo en un futuro.

Incluso si vamos acompañados podemos solicitar la asistencia. Eso es importante saberlo también.

Y pasemos ahora a hablar de cada medio de transporte. He hecho una pequeña mezcla entre mi propia experiencia y alguna información extra que he recopilado para que sea más útil para quien quiera utilizar estos servicios en cualquier estación o aeropuerto.

Viaje en tren

Empezamos por el tren, un transporte que me encanta y me llena de nostalgia ¡Cuántos viajes he hecho en tren desde muy bebé!

Cómodo, relativamente rápido, con posibilidad de moverse y estirar las piernas por el vagón y con baño e incluso algunos con cafetería incluida.

En cuanto a accesibilidad, RENFE fue pionera en esto de la atención a personas con discapacidad y/o movilidad reducida. Desde 2007 ha gestionado el sistema Atendo, primero en colaboración con Adif y desde 2011 en solitario.

El personal de Atendo ha ayudado a las personas mayores o con diferentes necesidades, a moverse tanto por la estación como dentro del tren para encontrar el asiento. También prestando apoyo en otras actividades relacionadas con el viaje: trasbordo, equipaje, recogida en un punto, tomar un taxi, etc.

Adif Acerca

Debido a la liberación del transporte ferroviario, Adif, con la participación del CERMI, ha tomado las riendas de este servicio en diciembre de 2020 y ha pasado a llamarse «Adif Acerca«. De este modo, independientemente de la operadora ferroviaria, podremos disfrutar de la asistencia.

En definitiva, los usuarios no notamos nada en el cambio. Es el mismo servicio con otro nombre. Y, distinguiremos al personal de asistencia gracia a sus llamativas chaquetas naranjas.

La asistencia abarca desde la entrada en la estación (o la recogida en un punto de encuentro) hasta la salida en la estación de destino. Información de trenes, ayuda para pasar controles, subir al tren, hacer trasbordos e incluso acercarnos a tomar un taxi.

Siempre es aconsejable llegar con tiempo a la estación y contactar con el servicio. Nos solicitarán el billete y también un número de teléfono por si necesitan contactar con nosotros en cualquier momento del viaje.

Adif Acerca está presente en 141 estaciones de la geografía española y es un servicio totalmente gratuito para el pasajero.

La solicitud de esta asistencia se sigue realizando igual que antes:

  • Al comprar el billete. La mejor opción para garantizar el servicio (especialmente en estaciones pequeñas)
  • Por teléfono: En el 917744040 (horario de 6 a 24hs).
  • En la misma estación con un tiempo de antelación suficiente: En las 15 estaciones más concurridas (entre ellas Madrid Puerta de Atocha, Madrid Chamartín-Clara Campoamor, Barcelona Sants y Sevilla Santa Justa) se puede solicitar hasta media hora antes de la salida del tren. En otras 54 se puede pedir con un mínimo de tres horas y, en las restantes, el plazo es de al menos 12 horas..

Más información sobre la accesibilidad en las estaciones de Adif.

La Tarjeta Dorada

Tampoco debemos olvidar que para tener descuento en nuestros viajes podemos solicitar la Tarjeta Dorada. Si aún no sabes lo que es y cómo conseguirla puedes leer nuestro artículo.

Viaje en avión

El avión, ese medio que da miedo a algunos y bastantes nervios también. En esta ocasión a mi me tocó sufrir un poquito. Curiosamente hacía poco menos de 20 años que no iba en avión y cierta inquietud se apoderó de mí. Además la presión que se nota al subir no es muy agradable para mis ojos. O sea, que pasé el viaje de Valladolid a Barcelona en plan piloto automático (nunca mejor dicho) y con cierta somnolencia. Esto también debido al madrugón.

Investigando un poco por internet, descubrí que los servicios de asistencia a personas con movilidad reducida o discapacidad en aeropuertos empezaron en 2008 en cumplimiento del reglamento comunitario aprobado por el Parlamento Europeo. Así que era realmente una novedad para mí.

Solicitar asistencia en aeropuertos

Sin Barreras es el Servicio de Atención a Personas con Movilidad Reducida (PMR) que ofrecen de forma gratuita todos los aeropuertos de AENA con vuelos comerciales.

Gracias a este servicio, el usuario con discapacidad (de cualquier tipo) o de avanzada edad o que necesite de una atención especial, dispone de una persona de apoyo que le ayudará en todos los traslados y gestiones en el aeropuerto: salidas y llegadas a las terminales, vuelos de conexión…

Los menores deben viajar acompañados puesto que esta asistencia no es un servicio de guarda y custodia.

Para una mejor atención, es recomendable solicitar la asistencia al menos con 48 horas de antelación e informar de las necesidades específicas del pasajero. Se puede hacer de varias maneras:

  • A través de la compañía aérea o la agencia de viajes al comprar el billete
  • En la página web de Aena / sinbarreras@aena.es
  • En los teléfonos del Servicio de Información: 91 321 10 00 / 902 404 704
  • A través de la app de Aena (en Android y en iOS). El usuario sólo debe seguir los pasos que le va marcando la app y aportar la información que le pide, como sus datos personales, número de vuelo, el origen y destino, las necesidades del pasajero, si va acompañado de otra persona o si viaja con un perro guía.

Antes de embarcar

El día del vuelo hay que llegar con la suficiente antelación para realizar todos los trámites. Dependiendo del aeropuerto o el vuelo aconsejan estar entre 2 horas y 2 horas y media antes. Además debemos comprobar que llevamos los billetes y toda la documentación necesaria.

Hay que presentarse en el punto de encuentro que nos indiquen. En todos los aeropuertos existen puntos señalizados donde podemos anunciar nuestra llegada y contactar con la asistencia. Suelen ser una especie de monolito con los símbolos de las diferentes discapacidades y con un botón para llamar.

Tras la llamada acudirá un agente de asistencia que será la persona que nos acompañe en nuestro recorrido por el aeropuerto. Nos ayudará con el equipaje, nos facilitará los trámites de facturación y de los controles para la zona de embarque en donde hay asientos reservados. En cierto modo, tendremos cierta preferencia para estas cuestiones.

La persona de asistencia también nos acompañará al avión hasta el asiento. No sé si por casualidad, pero esta vez, nosotros fuimos casi los últimos en subir al avión. Y al ser un aeropuerto pequeño lo hicimos a pie de pista y por las escaleras. Muy atento el asistente para que no tuviésemos problema con los escalones.

Así como dato estadístico interesante: En toda la red de aeropuertos española hay 186 puntos de encuentro, 95 autobuses elevadores, 100 furgonetas, 1.840 sillas de ruedas y alrededor de 1.500 agentes de asistencia formados conjuntamente por AENA y el CERMI.

En el avión

Una vez en el avión, el personal de abordo no ayudó a acomodar el equipaje de mano en su debido lugar y nos dieron ciertas indicaciones para el vuelo.

Un punto que falló en nuestro vuelo fue la explicación de los procedimientos de emergencia. Según la normativa, al ser personas con discapacidad sensorial visual, deberían habernos explicado de manera accesible dicho procedimiento y no fue así. Además los folletos con las explicaciones tenían un formato de letra bastante pequeño. Un pequeño detalle que deberían solucionar.

En caso de ser usuario de perro guía o de asistencia certificado, estos perros pueden embarcar en cabina sin coste adicional. Eso sí, es necesario avisarlo con antelación y deben llevar bozal, collar y correa.

Además si viajamos con otra persona que no necesita asistencia, la aerolínea debería hacer todo lo posible para que tenga un asiento al lado del nuestro.

En destino

Una vez llegados a destino, fuimos los últimos en desembarcar. Debido a las medidas covid, el resto de los pasajeros fueron saliendo por filas.

Entre el personal de abordo y el de asistencia, nos ayudaron a recoger el equipaje y a salir del avión. A partir de ahí el agente de asistencia nos fue guiando para salir de la pasarela y llegar a la terminal.

Ya en el aeropuerto nos indicó donde estaban ciertos servicios y solicitó una especie de coche eléctrico o buggie para llevarnos a la zona de recogida de equipaje y la salida.

Puesto que no teníamos que recoger equipaje y el cochecito iba casi lleno (porque algún listillo llevaba la maleta ocupando los asientos) nos fuimos a la aventura andando por el aeropuerto de El Prat en busca de la salida y los taxis. La verdad es que entre los pasillos automáticos y los carteles bien situados y con buen contraste, resolvimos la papeleta bastante rápido.

De todos modos, el agente de asistencia, en un caso normal, debería acompañarnos al punto de encuentro que necesitemos.

Comentar que en el caso de que tengas que hacer alguna conexión con otro avión, los asistentes también te ayudarán en todo el proceso.

Si quieres conocer como funciona la accesibilidad en los principales aeropuertos europeos puedes consultar este enlace.

Viaje en Metro

El Metro es un mundo aparte. Hasta donde sé, no existe una figura de asistencia como tal pero si se pueden comprobar muchas medidas de accesibilidad aplicadas en estaciones, andenes y vagones. Sin embargo, esto varía bastante dependiendo de las ciudades y la antigüedad de las infraestructuras.

Acciones de accesibilidad como señalizaciones en relieve o en contraste, soluciones de movilidad, audio en las estaciones y trenes… cada vez son más comunes. Como ejemplo podemos consultar la Accesibilidad del Metro de Madrid.

En el caso de Barcelona (donde estuve recientemente), creo recordar que en todos los trayectos que hice sí se anunciaban las estaciones mediante audio y la accesibilidad en las estaciones era buena. Por ejemplo, pude hacer uso de Navilens.

El sistema Navilens se basa en etiquetas tipo BIDI, parecidas a códigos QR pero mucho más grandes y diseñadas con colores básicos (amarillo, magenta, azul y negro). Mediante una aplicación podemos leer (y escuchar) el mensaje que se ha grabado en ellas. En el caso de las estaciones de metro nos permite ubicarnos y saber donde está la salida, por ejemplo. Puedes saber más sobre esta app en nuestro artículo sobre Navilens.

En Madrid existe también otra app interesante para movernos por el Metro, se trata de MetroCiego. Puedes leer más sobre esta app pinchando en el enlace.

Viaje en autobús

Y por último, en este repaso por la accesibilidad en los medios de transporte más utilizados hablaremos de las estaciones de autobús y los autobuses de medio o largo recorrido.

No comento en este artículo la cuestión de los buses urbanos porque hace tiempo que no los utilizo y no sé cómo están actualmente. Obviamente, para que sean lo suficientemente accesibles para personas con discapacidad visual deberían, como mínimo, anunciar paradas en audio, mostrar las líneas en caracteres grandes y alto contraste, etc.

El caso de este finde fue un viaje en bus de más de 3 horas de Madrid a León. Hacía mucho tiempo que no hacía un viaje tan largo en autobús y la verdad que el ALSA Supra es todo un lujo. Asientos de cuero, agua gratis, baño incluido, pantalla multimedia individual en cada asiento… Bueno, a esta última le podría poner el «pero» de que es demasiado pequeña pero teniendo en cuenta las dimensiones del asiento es obvio que no puede ser de otra manera. Igual la posibilidad de ajustar el contenido con caracteres grandes o algo… Lo bueno es que tenía audiolibros.

Comentar también que si viajas en ALSA y tienes reconocida una discapacidad del 33% o superior, cuentas con un descuento tanto para ti como para tu acompañante. Puedes tener más información sobre el descuento en el siguiente enlace.

Pero hablemos de la estación de autobuses. ¿Por qué será que estas estaciones suelen ser las que están menos cuidadas?

Además de contar con menos servicios, la accesibilidad tampoco es para echar cohetes. Los paneles de información de los buses pequeños y poco visibles, por ejemplo.

Además, se echa en falta la figura de persona de asistencia, como hay en las estaciones de tren o aeropuertos. Es algo que se debería tener en cuenta, no sólo como apoyo para las personas con discapacidad sino para cualquiera que tenga necesidades especiales o necesite información.

Un sábado tarde-noche en la estación de buses de Madrid apenas pudimos preguntar a una persona que estaba por allí y tampoco nos solucionó mucho.

Consejos para viajar con discapacidad visual

En definitiva, esa ha sido mi experiencia en varios medios de transporte que no suelo usar muy a menudo. Igual no es general y, tú que me lees, tienes otras opiniones. Si te apetece, puedes dejar tus impresiones en los comentarios.

Para finalizar, por si es útil dejo el enlace a un artículo que hicimos hace un tiempo sobre Consejos para viajar con discapacidad visual.


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