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Sexualidad y discapacidad visual: libros, audios Y «Pídeme placer»


¿Crees que a las personas con discapacidad no nos interesa la sexualidad? Error. Traemos algunos ejemplos de proyectos que la hacen más accesible para personas con discapacidad visual: Pídeme Placer y libros táctiles.

La sexualidad y la discapacidad

Si la sexualidad ha sido durante muchos años tema tabú en general, parece que cuando nos metemos en el mundo de la discapacidad ese silencio, esa invisibilidad es enorme.

Si hablamos de la sexualidad como el conjunto de actividades y comportamientos relacionados con el placer sexual, es obvio que cada uno de nosotros tiene unas preferencias personales.

Sin embargo se tiende a pensar (más de lo que creemos) que las personas con discapacidad no tenemos interés en la sexualidad.

Bien es cierto que el mundo de la discapacidad es muy amplio y con muchas situaciones diferentes, pero eso no implica que todos podamos disfrutar de nuestros deseos de forma saludable, respetuosa y adecuada a nuestras necesidades.

Existen discapacidades como la intelectual o mental, por poner un ejemplo, que se tienden más a infantilizar. Aunque también es verdad que muchas veces, debido a la sobreprotección de los padres (en el caso de adolescentes), esa infantilización llega a todas las discapacidades.

Esas creencias suponen que hombres, mujeres y jóvenes vean negada la posibilidad de su propio autoconocimiento, su autonomía, su propio disfrute y desarrollo personal y bienestar sexual.

A veces se olvida que somos ante todo personas y luego tenemos esa discapacidad. Es obvio que existen barreras de desconocimiento sobre la discapacidad ya de modo general, imagínate cuando se trata de entablar una relación más íntima.

La sexualidad y la discapacidad visual

En el caso de la discapacidad visual también nos afecta esa idea de que no tenemos «sexualidad». Quizá en menor grado en lo que respecta a conocimiento y autopercepción.

Nuestro principal problema quizá sea la cantidad de estímulos visuales que intervienen tanto en la relación y los «rituales» de flirteo como en el acceso a contenidos eróticos.

Si hablamos del momento de conocer a alguien muchas veces nos encontramos barreras de desconocimiento sobre la discapacidad, de no saber cómo romper el hielo…

Todos sabemos eso que dicen que la «belleza está en el interior» y que no es importante lo visual, lo de fuera, pero en muchos casos para conocer a alguien siempre hay ese «primer vistazo» que te marca. Es lo que se lleva ahora.

Sin embargo, para personas ciegas o con baja visión, existen otros factores que marcan esa primera impresión: la voz, el leve contacto físico, la rigidez corporal, el saludo, el olor… Y otros factores que se perciben sin necesidad de ver.

Cuando se trata de una relación entre dos personas que comparten la discapacidad las barreras se rompen porque comparten los mismos códigos sin sentirse más intimidados de lo que pueda derivar del enamoramiento.

Y si hablamos del acceso a contenidos, afortunadamente van apareciendo proyectos que ayudan a acercar la sexualidad y erotismo a las personas con discapacidad visual.

Libros táctiles sobre sexo

Investigando sobre la sexualidad y la discapacidad descubrimos que dese hace años existen varias libros que se valen del tacto para transmitir contenidos eróticos.

Tactile Minds

Es una obra de la fotógrafa canadiense Lisa Murphy. Es una publicación erótica con imágenes en relieve de desnudos y descripciones en braille dirigida a personas ciegas o con discapacidad visual.

Contiene 17 imágenes en relieve realizadas a mano que van acompañados de descripciones en braille que explican qué ropa llevan los protagonistas de las imágenes.

Según la propia autora: «Se trata de un producto rompedor. ‘Playboy’ tuvo una edición con texto en braille entre 1970 y 1985, pero no incluía imágenes«.

La autora aprendió a crear imágenes y gráficos táctiles en el Instituto Nacional para Ciegos de Canadá donde obtuvo su certificación.

Saber más sobre el libro Tactile Minds.

Occasionally Blind

La artista sueca Nina Linde creó esta obra en 2010 al percatarse de que en la Biblioteca Braille de Estocolmo no figuraba ningún ejemplar de contenido explícito para personas con discapacidad visual.

Occasionally Blind es, en palabras de su autora, «la historia de una pareja que prueba diferentes posiciones sexuales«. Contiene ilustraciones táctiles de parejas heterosexuales, homosexuales y lesbianas que participan en diversos actos sexuales. Cada imagen táctil está subtitulada en braille con una explicación de lo que está haciendo la pareja y cómo.

Pídeme Placer. Una web para oír.

Pídeme Placer es un proyecto startup de sexualidad enfocado a la
discapacidad visual. Acaban de lanzar su nueva página web para que los usuarios conozcan sus servicios de manera gratuita. Además, animan a valorarla mediante una encuesta que tiene sorpresa al final: un audio con una meditación guiada con sonido 3D.

Se trata de una web totalmente accesible que cuenta con dos demos de los principales servicios que ofrecerá Pídeme Placer en un futuro:

  • Dosis de Placer. Audios eróticos con sonido envolvente en 3D y tecnología holofónica, que permite al usuario sumergirse dentro de cada historia de manera única e inmersiva. Siempre cuidando que los valores, el respeto y la diversidad estén presentes.
  • Radio de Placer. Un espacio seguro, de confianza e interactivo, centrado en la educación y divulgación a través un programa de radio online (también podcast) en vivo y de carácter semanal donde se tratan diferentes temas entorno a la sexualidad para personas con discapacidad visual. Contará con entrevistas a especialistas y participación en directo.

Cómo surgió el proyecto

Pídeme Placer nace en un programa de jóvenes emprendedores, Explorer X del Banco Santander, de la mano de una psicóloga-sexóloga, María Sanabria Vals, y de una periodista, Luna Flores Torres. Ambas estudiantes de la Universidad de Sevilla (US) y su proyecto resultó vencedor en la edición 2021 de Santander Explorer en la Universidad de Sevilla.

El objetivo que se plantearon al crear Pídeme Placer es cubrir una necesidad muchas veces olvidada y el derecho a la sexualidad de más de las personas con discapacidad visual.

Probando la web

Desde Pídeme Placer nos invitaron a probar su web para conocer nuestras impresiones sobre el proyecto. Y nos ha parecido una buena idea comentar un poco por aquí qué tal ha ido.

En primer lugar hay que decir que es una página en su fase inicial. Nos muestra la información esencial del proyecto y dos demos: uno de cada sección, para que tengamos una idea de lo que nos vamos a encontrar.

Es un sitio accesible en el que nos dan la opción de cambiar el contraste de texto y fondo y también el tamaño de las letras. Buen punto.

En cuanto a los dos audios que podemos probar, es recomendable utilizar auriculares para disfrutar de la experiencia y sus matices sonoros. Especialmente en Dosis de placer.

La Radio de Placer incluye una introducción al proyecto y una pequeña entrevista.

Se muestran también los precios orientativos que han marcado para cada uno de los espacios que entendemos que nos podremos suscribir por separado.

Al finalizar el recorrido hay un enlace para realizar una encuesta en la que podemos dar nuestra opinión y ayudar a mejorar su servicio.

Te invitamos también a que entres en la web y descubras lo que ofrece y también que realices la encuesta.

También nos puedes dejar en comentarios qué te parece esta iniciativa o cómo ves la situación de la sexualidad con respecto a la discapacidad visual.


2 comentarios sobre “Sexualidad y discapacidad visual: libros, audios Y «Pídeme placer»”

  1. Muy buena la metodología para exponer tanto una síntesis de la problemática de la sexualidad y la discapacidad y estos proyectos que intentan de alguna manera mitigarla.
    Sí creo, en cuanto a la situación de la sexualidad y la discapacidad visual en general, que es un problema eso de que lo importante es lo interior, la personalidad, un buen corazón y tal. Me parece desconcertante y desalentadora la cantidad de ciegos que repiten eso, a veces incluso en explícito desprecio de la belleza física y demás consideraciones a que lleva la vista. Muchas veces me han dicho eso personas que ven y lo encuentro lamentable, ya que el hecho de que haya nacido ciego no significa que la apariencia física no me interese ni que determinadas voces no me generen ganas, alguna que otra vez brutales, de confirmar por mano propia la buena impresión preliminar; aparte ese pensamiento generalizado me ha privado de bastantes contactos casuales que hubiera deseado, ya que muchas veces las mujeres suponen inconscientemente que como no las veo yo voy a ir como amigo, pero se incomodan cuando empiezan a percatarse de que, como tantos otros, también quiero algo más. Pero claro, ¿puedo acaso culpar a las personas que ven por una creencia que, más allá de los perjuicios que de por sí éstas arrastran, está tan refrendada por tantos integrantes de nuestro propio colectivo?
    No es que lo interior y tal no sea importante, aunque sí veo poca consciencia entre las personas ciegas, especialmente hombres, de que —igual que ocurre con las personas videntes— es un aspecto más y lejos están éste y la apariencia física de ser excluyentes.
    Otra cosa es que socialmente existan limitaciones para poder tocar todo lo que quisiéramos, pero esas limitaciones no deberían llevarnos al camino fácil y lógicamente incorrecto de pretender —al mejor estilo de aquella fábula de la zorra y las uvas— que, como no podemos tocar para hacernos la misma idea que quienes ven, somos más maduros y estamos más allá de la superficialidad promedio que tanto privilegia el físico. Si algunos son tanto más maduros que el promedio de la sociedad en que vivimos, creo yo, deberían empezar por aceptar la incómoda realidad de que estamos aún más reprimidos que el resto en cuanto a la expresión de nuestra sexualidad, sin ignorar ese hecho a fuer de inventarnos una superioridad moral y de espíritu que, en todo caso, si alguno la tiene no se debe a la ceguera. Dicho de otro modo, no recurramos automáticamente, para sentirnos mejor, al atajo mental de repetir como un mantra que «lo importante es lo interior» y demás frases hechas afines.
    Es contradictorio, por lo demás, que tanto descalifiquemos la relevancia de lo externo en la atracción que los invidentes sentimos por alguien cuando, al mismo tiempo, queremos que se nos reconozca que, fuera de la falta de la vista, tenemos un cerebro que funciona correctamente, órganos sexuales en principio también funcionales y, gracias al funcionamiento conjunto de éstos y de aquél, deseos y fantasías sexuales como cualquiera que incluyen, sí, la faceta física o de afuera.

    Por supuesto que es respetable que respecto de otra persona en alguien acabe pesando más la personalidad o la afinidad intelectual, como lo es también que dicho ciego quiera una relación seria. Sin embargo, como generalidad, los ciegos también deberíamos poder acceder a contactos casuales y/o determinar nuestra atracción hacia alguien por cualidades exteriores; y es en este sentido que eso de que lo importante es lo interior, lejos de ser la frase inofensiva o naíf que aparenta, en mi opinión contribuye demasiado a reforzar el estereotipo que se menciona al principio del artículo y hace en la práctica mucho daño a la posibilidad de que ejerzamos nuestra sexualidad plenamente.

    ¡Un saludo y gracias por todo lo que comparten!

    1. Muchas gracias Fernando por la interesante reflexión. Deberían tratarse más estos temas cuando se habla de inclusión. Un saludo

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