El ruido, o el sonido en general, nos proporciona mucha información sobre el entorno y puede ser muy útil en cuestiones relacionadas con la accesibilidad.
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Actualmente, las empresas automovilísiticas están poniendo mucho hincapié en fabricar coches más cuidadosos con el medio ambiente y también menos ruidosos para evitar la contaminación acústica tan presente en las ciudades. El desarrollo de estos nuevos motores eléctricos o híbridos hace que sean más silenciosos que los de combustión que conocíamos hasta ahora.
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El silencio: ¿amigo o enemigo?
Sin embargo, esta peculiaridad que parece a grandes rasgos muy beneficiosa para toda la sociedad y sin ningún problema asociado, se ha convertido en un potencial enemigo para las personas con discapacidad visual o ceguera.
Uno de los momentos críticos de una persona con nula o baja visión es la hora de cruzar las calles, sobre todo cuando estas son muy transitadas y una va sola. (Aunque a veces te encuentres con gratas sorpresas como la que te contamos en este post: Tranqula, puedes cruzar la calle).
Teniendo en cuenta que en muchos lugares no existen semáforos acústicos o incluso ni siquiera semáforos, tenemos que ingeniárnoslas para buscar referencias o estrategias que nos permitan saber si es seguro cruzar la calle.
Una de esas referencias más usadas es el sonido de los automóviles. Por el ruido que hacen sus motores podemos saber que hay un coche cerca, más o menos a que distancia está, en qué dirección circula e incluso, si me apuras, la velocidad.
Si eliminamos esos sonidos de los nuevos vehículos, principalmente eléctricos o híbridos, nos quedamos expuestos e indefensos y corremos más riesgo de ser atropellados.
Evader
Hace años surgió un proyecto llamado Evader que pretendía reconducir la deriva que tomaba la situación en este asunto. Tuvo bastante repercusión entre 2011 y 2014, año en que se anuncia su finalizazión en algunos medios. Sin embargo a día de hoy parece que ha perdido relevancia porque no se encuentra mucha información al respecto.
eVader es el acrónimo de «Electric Vehicle Alert for Detection and Emergency Response» que en español significa «Alerta de Vehículos Eléctricos para la Detección y Respuesta a Emergencias«.
Fue un proyecto de prevención europeo liderado por Applus+, compañía global líder en inspección, ensayos y certificación, en un consorcio internacional integrado por 11 entidades del sector automovilístico (SzM, TU Darmstadt, Siemens, AIT, TNO, INSA-LYON, Nissan, Renault, PSA Peugeot Citröen, Continental y EBU).
En sus tres años de duración participaron en el proyecto más de 150 profesionales de 7 países (Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Austria y España).
El funcionamiento del sistema eVader es bastante sencillo: emite una señal sonora de alerta sólo cuando detecta a un peatón en su radio de acción para que este último pueda saber que hay un coche cerca.
Se trata, por tanto, de un sonido artificial, direccional y adaptativo que pretende evitar accidentes, especialmente a personas con baja visión o ceguera y a la vez reducir o controlar la contaminación acúsitca.
2019, año clave para la ley del mínimo ruido
Lo que sí se ha conseguido es que la Comisión Europea establezca que los coches eléctricos o híbridos fabricados a partir de 2019 deban emitir obligatoriamente un sonido simulado cuando circulen a poca velocidad para así alertar de su presencia y evitar accidentes y atropellos de peatones, especialmente de personas invidentes.
El sonido o no de los coches se ha convertido en tema de debate en las redes y en la popular web Meneame.net podéis consultar algunas opiniones al respecto bajo el titular «Todos los vehículos eléctricos de EEUU tendrán que generar ruido a partir del 2019» aunque hace referencia a la cuestión en general y no solo en el país americano.
Para finalizar os dejamos con esta curiosa iniciativa llevada a cabo por la empresa Domino’s Pizza en Holanda en 2012. Para mejorar la seguridad de sus repartidores en moto les pusieron un sonido de motor simulado por una persona en sus scooters electricas silenciosas.