La discapacidad no decide tu camino. Tu mandas.


Imagen de un camino de tierra que se bifurca en dos. Tiene una cita: Tu camino lo decides tú, no tu discapacidad. De Ver Sin Limites
Tu camino lo decides tu. – +Ver Sin Limites Accesibilidad

Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a una jornada sobre búsqueda de empleo para jóvenes ciegos y con discapacidad visual y resultó muy interesante e inspiradora.

Entre charlas sobre redes sociales, portales de empleo y la genial sesión de coaching de Teresa Albo, surgió una pregunta que me hizo reflexionar mucho sobre la relación que hay entre nuestras capacidades y la búsqueda de empleo.
 




Una chica joven, de unos 16 años, preguntó:  ¿qué trabajos se pueden hacer con una discapacidad visual? La cuestión es curiosa y a la vez compleja.
 

 

La pregunta encierra un poco de inseguridad ante lo desconocido, ante el mundo que empieza a aparecer en esa edad pero a la vez nos lleva a reflexionar sobre si estamos condicionados por nuestras capacidades a la hora de buscar trabajo.
 
De manera general y políticamente correcta la respuesta a tal pregunta sería: puedes hacer todo lo que tu quieras, lo que te propongas, lo que te guste.
 
Sin embargo de manera realista sabemos que hay cosas imposibles. A mi me encantaría ser piloto de carreras pero a día de hoy, y teniendo en cuenta mi resto visual, eso no es posible. Quizás en un futuro la tecnología nos ayude pero por ahora y por el bien de la humanidad mejor mantenerme alejada de los volantes y las carreteras.
 

Por otro lado tampoco debemos negarnos todas nuestras capacidades y deseos. Como dice Rosana Arbelo en su canción Todo es empezar

 «Supe que a imposible le sobran dos letras,
supe que a imposible le falta valor,
supe que hay latidos que mueven la Tierra,
que el mundo es de todos,
que viene fuerte izando el viento,
y achicando el corazón».

Así que, si queremos ser algo de lo que sentirnos orgullosos, tenemos que luchar por ello.  

No debemos encajonarnos en trabajos supuestamente para ciegos sino labrarnos nuestros propios caminos. Además, con nuestro ejemplo, el de superación y consecución de objetivos ayudamos a las próximas generaciones a vivir en un mundo más inclusivo. Rompemos barreras y deshacemos tabúes para normalizar el empleo de las personas con discapacidad en todos los ámbitos.

 
Hasta hace unas décadas aún se consideraba a los ciegos como una figura marginal destinada a la mendicidad o al ostracismo. Aún hoy les atribuyen y se nos relaciona con profesiones especificas o estereotipadas como afinador de pianos, músicos, telefonistas, fisioterapeutas… y alguna más que seguro que se os viene a la cabeza.
 
Afortunadamente los avances de la sociedad y la tecnología han ayudado a que las nuevas generaciones se formen en prácticamente todas las áreas y que tengan la oportunidad de desempeñar aquellas profesiones que les apasionan.
 
Otra cosa muy distinta es que esta crisis nos permita acceder a ellas por la escasez de puestos de trabajo que se ofrecen.
 
Y no sólo la crisis. El mercado laboral es competitivo y por muy preparado que estés y mucha motivación que tengas, las oportunidades de trabajo y las condiciones de las ofertas no siempre son inclusivas. ¿Quién no se ha puesto a buscar ofertas y ha visto que para un puesto de administrativo o profesor, por poner un ejemplo, piden carné de conducir? No es que sea un requisito para desempeñar el trabajo pero sí para llegar a él, ya que seguramente no hay transporte público hasta la empresa.
 
Y como este ejemplo muchos otros. Pequeñas cosas que se convierten en barreras enormes para acceder a un puesto de trabajo.
 
No por eso hay que desmoronarse ni dejar de luchar por lo que queremos. La vida es un camino de rosas con sus espinitas y todo. No lo olvides. Y rendirse no es una opción. Además ahora existen incluso agencias de colocación especializadas en la búsqueda de empleo para personas con discapacidad como es el caso de FSC Inserta y su web Portalento.
 
Volviendo a la pregunta inicial, creo que yo también me la plantee cuando tenía esa edad. Quizá no la verbalicé pero sé que rondó por mi cabeza en aquellos momentos en que tenía que elegir por donde iba encauzar mi vida, es decir, qué carrera iba a estudiar.
 
Os confieso que si fuese hoy las cosas hubiesen sido distintas. Con mis 30 y pico sé que habría hecho cosas diferentes pero no me arrepiento y también sé que he aprendido mucho y el mundo, aunque pasito a pasito, va viendo la discapacidad como algo más cercano.
 
En definitiva, mi respuesta a las inquietudes de esta chica y de muchas y muchos que también se lo cuestionan, es que no hay nada escrito en nuestra historia. Debemos crearnos nostros mismos nuestro guion aprovechando nuestras capacidades, que son muchas, y con  ganas de cambiar el mundo.
 
Nuestras diferentes capacidades no deben ser una barrera ni un pretexto para no hacer lo que queramos pero siendo conscientes de nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles que todo el mundo tiene con y sin discapacidad. 

 

Todos somos distintos y tenemos capacidades y habilidades mejores y menos buenas pero podemos ser quienes queramos ser si luchamos por aquello que nos apasiona.
 
Tu futuro depende de tí. No permitas que tu discapacidad te encasille en algo que no te gusta. Cada uno de nosotros tenemos el derecho y el deber de ser un granito de arena en el camino de la igualdad en todos los ámbitos y sobre todo en el empleo. 

Somos un ejemplo para mostrarle al mundo todas nuestras increíbles capacidades a la hora de desempeñar un trabajo en cualquier puesto (ya sea como peón o como directivo) y, de ese modo, seguir abriendo las puertas de la inclusión en el mundo laboral.

¿Y tú que opinas? ¿Acaso no tienes sueños que se pueden hacer realidad?  





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