Ciencia, mujeres y discapacidad


Los datos son abrumadores. En el mundo el papel de la mujer en la ciencia y tecnología es bastante inferior si lo comparamos con el de los hombres. Y ya no digamos de la mujer con discapacidad.
 
Si ya es difícil encontrar ejemplos de mujeres importantes en la ciencia, ardua será la tarea si nos proponemos buscar entre ellas a aquellas con discapacidad, y ya más complicado rizar el rizo buscando mujeres científicas con discapacidad visual o ceguera.
 
Con motivo del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, y desde hace unas semanas hemos estado investigando un poco para encontrar algo que parece casi imposible: mujer, científica y con discapacidad visual. Poco hemos encontrado pero al menos se empieza a ver un ligero cambio de tendencia y las generaciones jóvenes irrumpen en el mudo de la ciencia o ingeniería de manera importante.





El 11 de febrero ha sido señalado desde el año 2015 como el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia y poco a poco va consolidándose como una fecha a enmarcar para ayudar a visibilizar el trabajo de las científicas, crear roles femeninos en los ámbitos de la ciencia y la ingeniería y promover prácticas que favorezcan la igualdad de género en el ámbito científico.
 
Este año 2017 en España se llevarán a cabo alrededor de 250 actividades entre los días 6 y 19 de febrero. Podéis consultar toda la información así como material relacionado con el día en la web de la iniciativa 11 de febrero
 
Como ya indicamos antes, el papel de la mujer en la ciencia ha sido escaso y, sobre todo, desconocido, para la inmensa mayoría de la sociedad. Las pocas mujeres que conseguían algún hito importante o eran obviadas o alguien se las arreglaba para que su logro fuese atribuido a un hombre o como mucho a la combinación del trabajo ambos.
 
Pero han sido pocas, como ya hemos dicho, las que llegaron hasta ahí ¿Por qué? Pues en primer lugar debido a la asignación histórica de roles entre el hombre y la mujer y porque a las niñas se les enseñaban tareas domésticas. La ciencia era para los hombres. Se les condicionaba desde muy pequeñas a orientarse a otros campos como si la ciencia y la ingeniería fuesen para esos supuestos entes superiores: los hombres.
 
Aún es hoy el día en que se percibe esa dualidad en la ciencia aunque afortunadamente ya se va equilibrando la balanza. A base de mucho esfuerzo, todo hay que decirlo. Sigue sin haber en los temarios educativos referentes importantes femeninos y hace falta inculcar más valores científicos. Según los datos la presencia de las mujeres en la ciencia se ha estancado desde hace unos cinco años y las niñas que quieren ser científicas o ingenieras solo son un 7%. Ya hemos logrado que se equilibre el número de hombres y mujeres con estudios superiores pero sigue habiendo una brecha cuando hablamos de ciencias e ingenierías.

 

Imagen del Día Internacional de la niña y la mujer en la ciencia
Cartel del Día Internacional de la niña y la mujer en la ciencia
Pero vayamos más allá. A esta discriminación histórica entre hombres y mujeres en nuestro caso debemos sumarle otra, la de la discapacidad. Es lo que se llama la doble discriminación.
 
Os podréis imaginar que si ya es complicado encontrar mujeres científicas en la historia mucho más difícil es buscarlas con discapacidad.
 
Si las personas con discapacidad han comenzado hace relativamente poco a ser consideradas de manera igualitaria (aunque aún haya mucho por hacer) podemos hacernos una idea de su papel en la ciencia. Prácticamente nulo. Y ya no digamos el de las mujeres. Lo que si podemos asegurar que esta tendencia está cambiando. Las mujeres con discapacidad, igual que los hombres, quieren luchar por su integración total en la sociedad y, al conocer sus necesidades, son las verdaderas artífices de investigaciones, innovaciones y descubrimientos muy importantes. De ahí el lema tan en boga de “Nada de nosotros sin nosotros”.
 
Los avances y el reconocimiento social de la discapacidad han permitido que, desde jóvenes, las mujeres y hombres con discapacidad, puedan acceder al conocimiento científico y, gracias a diferentes elementos de accesibilidad, puedan labrarse una carrera como científicas, por ejemplo.
 
Para este artículo hemos seleccionado dos mujeres ciegas que están dejando huella en la ciencia y en la ingeniería: la Dra. Wanda Díaz Merced y la ingeniera Jordyn Castor.
 

Wanda Díaz Merced

Wanda Díaz Merced es portorriqueña y doctora en astrofísica. A pesar de ser ciega desde la juventud ha desarrollado una brillante carrera explorando galaxias lejanas con el sentido auditivo mediante el análisis de señales radiales capturadas por los telescopios o lo que se conoce como sonificación.
 
La sonificación es la ciencia que traduce datos numéricos en señales de sonido, de un modo similar a la forma en que los símbolos escritos en una partitura se traducen en música.
 
Gracias a esta técnica, la Dra. Wanda Díaz Merced estudia fenómenos como la emisión de ondas electromagnéticas gamma y rayos x producidas por estrellas que cambian violentamente, así como la producción de partículas de plasma en la superficie y corona del Sol.
 
Además su contribución como astrofísica es aún mayor, ya que su conocimiento en ciencias de cómputos le permitió programar sistemas computadorizados creados específicamente para aplicaciones de sonificación. Un ejemplo es el programa X-Sonify.
 
Sin duda su importancia radica solo en la ciencia sino que se ha abierto paso en un campo que no fue pensado para ella a la vez que lucha por la inclusión de las personas con diversidad funcional.
 
Os dejamos con un artículo muy interesante de CienciaPR, una red de recursos para todos los interesados en las ciencias y en Puerto Rico en el que se explica con más detalle la carrera e investigaciones de Wanda Díaz Merced: Enlace a “Escuchando el susurro de las estrellas”.
 
Y si os gustan las charlas TED, os dejamos su participación en TED de Vancouver en Canada 2016: Cómo una astrónoma ciega encontró la manera de escuchar las estrellas.

Jordyn Castor

Jordyn Castor es ingeniera y es la responsable del área de accesibilidad de Apple con tan solo 22 años.
 
Su ceguera se debe a su nacimiento prematuro, 15 semanas antes de lo esperado, lo que le convirtió en un luchadora desde nada más nacer.  
 
Se licenció en ingeniería en la Universidad de Michigan State .
 
En 2015, entregó su currículum en el stand de Apple en una feria de trabajo en Minneapolis. Allí conoció a gente de la compañía y les habló de la importancia que la accesibilidad del iPad, que le habían regalado por su 17º cumpleaños, había tenido a la hora de poder utilizarlo, algo que no había podido disfrutar con otros dispositivos.
 
Poco después la ficharon como becaria especialista para el proyecto de lector de pantalla VoiceOver y más tarde pasó a ser ingeniera en el equipo de diseño y calidad del área de accesibilidad hasta convertirse en la responsable de la misma.
 
Uno de sus proyectos más interesantes en los que trabajó fue en el desarrollo de la accesibilidad de Swift Playgrounds. Gracias a esta app los niños con ceguera pueden acceder y conocer el mundo de la programación así como programar ellos mismos, algo tan importante hoy en día y en el futuro.
 
En propias palabras de Jordyn: «La ceguera no te define. Es parte de quién eres como persona, como una característica, pero no te define ni determina qué podrás hacer en tu vida».
 
Todos sabemos que Apple tiene una especial preocupación porque sus dispositivos sean accesibles e inclusivos y la presencia de Jordyn Castor no hace más que corroborar esa idea puesto que nadie mejor que una persona con discapacidad para conocer sus necesidades.
 
Hay que reconocer que la ciencia ha dado mucho al ámbito de la discapacidad sobre todo en cuestiones de salud y accesibilidad, por eso el 11 de febrero tenemos mucho que agradecer a aquellas mujeres científicas que ayudan a hacer un mundo mejor y también a las que luchan porque todas las niñas o mujeres tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial ya sea en la ciencia, en la ingeniería o en lo que más les llene sin condicionantes de género ni de capacidades.
 
¿Conocéis otras científicas o ingenieras con discapacidad visual? Podríamos crear una base de datos con todas ellas ¿Qué os parece? Eso nos ayudaría a visibilizar y a normalizar las mujeres científicas y con discapacidad.
 
Si conocéis alguna dejadlo en los comentarios y buscaremos información.
 

 

Info y enlaces





4 comentarios sobre “Ciencia, mujeres y discapacidad”

  1. Muchas gracias por estas líneas dedicadas a las mujeres científicas con discapacidad. Yo tengo una discapacidad del 52% y soy Dra en ciencias, en concreto mis investigaciones se centran en el campo de las energías renovables. Las científicas con discapacidad no podemos acceder a muchos puestos de I+D públicos y nos es prácticamente imposible compatibilizar la investigación con la vida familiar…te quejas y pides a los poderes públicos que tengan en cuentan que con una discapacidad del 52% no puedes irte fuera de España (requisito imprescindible para poder optar a plazas posdoctorales de prestigio como Beatriz de Pinos), pero les da igual…somos muy pocas y nos rendimos y dejamos la ciencia…te sientes ridícula escribiendo a los poderes públicos y explicándoles que quieres tener un hijo pero que si te tienes que ir fuera de España tu sola no podrías cuidar de tu hijo porque no podrías bañarlo o cambiarle los pañales…y te pegan un fragmento del BOE diciendo que según la convocatoria x es requisito indispensable el haber residido fuera de España durante x años…
    Gracias Iria por hablar de las mujeres con discapacidad en la ciencia!

    1. Muchas gracias Soraya por tu comentario y dar voz a tantas mujeres con discapacidad que quieren luchar por sus sueños y se encuentran con trabas que no deberían existir.
      Muchos se llenan la boca con palabras bonitas de inclusión, accesibilidad, mujeres científicas… y a la hora de la verdad estamos ante el vacío.
      Ánimo y a seguir luchando.
      Un saludo

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