Las gafas de sol no sólo son un complemente de moda sino que son un gran aliado para combatir afecciones oculares derivadas de la radiación solar. Te contamos 12 cosas que debes saber sobre ellas.
Índice
Verano, sol y salud ocular
Llega el verano. Un verano atípico (al menos este 2020) donde usaremos mascarillas y tendremos que extremar los cuidados de nuestra vista.
Si nos protegemos la piel para evitar el cáncer de piel, más aún debemos cuidar nuestros ojos. De hecho, estos son incluso más sensibles a la radiación solar.
En un artículo anterior ya hablamos de 12 consejos para cuidar nuestra vista en verano.
Ahora hablaremos sobre un elemento muy importante para ese cuidado: las gafas de sol.
Aunque normalmente las vemos más como un accesorio, un añadido más a la moda y al estilismo, la verdad es que su función más importante es (o debería ser) la de cuidar nuestra vista.
Cada vez más usadas, las gafas de sol siguen siendo un elemento con detalles desconocidos. Te mostramos algunas curiosidades y datos que deberías saber.
1. Usar gafas de sol ¿por qué?
Las gafas de sol son uno de los mejores métodos para proteger nuestros ojos de la radiación ultravioleta que puede causar daños importantes tanto en el presente como en el futuro.
Además, permiten una visión más cómoda y segura al reducir la intensidad de la luz, que puede resultar incluso peligrosa en cierto tipo de actividades: conducir, hacer deporte, tomar el sol…
Eso sí, hay que puntualizar que todas la gafas que se venden no son seguras y pueden causar más daño que si no usásemos ninguna. A lo largo del artículo daremos algunas claves para conocer mejor este elemento y en qué nos debemos fijar a la hora de comprarlo.
2. Prevención de problemas oculares
Cuidar nuestra vista es algo primordial. Ya veas bien o tengas baja visión, las gafas de sol nos permiten prevenir futuras afecciones. Esa debe ser nuestra principal razón de uso. Luego ya vienen las modas, los modelos y demás.
La mayoría de la población desconoce que el sol puede producirnos daños permanentes y que con el paso de los años pueden derivar en complicaciones nada agradables.
Una exposición prolongada a la radiación ultravioleta puede dañar estructuras oculares como la córnea, la retina, el iris, el cristalino y otros tejidos.
Las afecciones más comunes relacionadas con el sol son, por ejemplo:
- Fotofobia: una de las más conocidas y que provoca la intolerancia a la luz en diferentes grados.
- Cataratas: muy común y que produce dificultad de visión producida por opacidad del cristalino.
- Fotoqueratitis: inflamación de la córnea y del iris por una sobreexposición intensa al sol.
- Fotoconjuntivitis: inflamación de la conjuntiva
- Pinguécula: lesión benigna y amarillenta que normalmente se localiza en la zona blanca del ojo. Es más común en áreas o actividades que favorecen una alta exposición a la radiación UV.
- Pterygium: provoca irritación y molestias. También puede alterar la visión.
- Cáncer de conjuntiva, degeneración macular…
3. Gafas de sol y niños
Si la radiación solar puede provocar daños en adultos ya te puedes imaginar lo nociva que puede ser para los niños.
Una elevada exposición durante la infancia puede derivar en un futuro en alguna de las afecciones que comentamos antes, especialmente cataratas o degeneración macular.
El cristalino no empieza a funcionar a pleno rendimiento hasta los 12 años. Eso hace que sean mucho más sensibles a los rayos ultravioletas puesto que es la parte del ojo que funciona como filtro.
Por todo esto es imprescindible proteger los ojos de los bebés desde los 6 meses.
4. Dónde comprar las gafas de sol
Si queremos comprar unas gafas de sol seguras y que nos protejan de verdad debemos acudir a ópticas, farmacias o tiendas especializadas en las que sabemos que sus productos cumplen con la normativa. (que veremos en profundidad más adelante).
Además en estos establecimientos siempre encontraremos especialistas que nos pueden asesorar para encontrar aquellas gafas que mejor se adapten a nuestras necesidades.
En alguna ocasión tendremos la tentación de querer comprar un modelo muy chulo en algún mercadillo o tienda de souvenirs, por ejemplo. Si es así, tenemos que asegurarnos que se ciñen a la legislación europea que regula las características adecuadas de las gafas de sol. En la mayoría de los casos no podremos saberlo con certeza.
5. Consejos para comprar unas gafas de sol
Más allá de estilos, colores de montura o marcas, hay ciertas características que tenemos que tener en cuenta a la hora de comprarnos unas gafas de sol.
Podemos destacar las siguientes:
- Lo más importante: que nos protejan 100% de los rayos UVA y UVB. Aunque la normativa permite un pequeño margen de diferencia.
- Que se adapten al uso que se les vaya a dar. Dependiendo de la actividad que realicemos con ellas deberemos elegir un tipo u otro, ya que el nivel de radiación es diferente, y por tanto necesitaremos diferentes grados de filtro.
- La montura debe ser lo más cerrada posible. Es decir, que se adapte a la cara para evitar la penetración de los rayos de sol más allá de las lentes. Por ejemplo, unas patillas más anchas pueden evitar que la luz entre por el lateral del ojo.
- Los filtros deben estar homologadas por la Comunidad Europea. (Entre los datos de su etiquetaje o en la propia gafa deben aparecer el signo distintivo CE, la categoría del filtro de la lente, el nombre del fabricante y consejos para su utilización y mantenimiento).
6. El índice de protección de las gafas de sol
Los filtros de protección de las gafas de sol se dividen en cinco categorías que van del 0 al 4 e indican el porcentaje de luz que la lente deja pasar.
Las de categoría 0, 1 y 2 ofrecen protecciones más bajas donde el 0 son las lentes más claras y la 2 moderadamente oscuras. Por su parte la 3 y 4 absorben gran parte de luz (especialmente la 4) y están indicadas para ambientes muy soleados.
Estos tipos de filtro son independientes del de los rayos ultravioleta que, sí o sí (excepto algún margen mínimo) debe ser del 100%. Ni el color, ni la oscuridad ni el tipo de lentes está relacionado con la capacidad para proteger contra los efectos nocivos de los rayos solares.
7. Tipos de gafas de sol
Derivado de los grados de los filtros comentados anteriormente podemos destacar varios tipos de gafas de sol. Las más conocidas son:
- Fotocromáticas: Se usan principalmente cuando tenemos que entrar y salir a menudo de un lugar. Ideales para aquellos que no les gusta andar cambiándose de gafas. Es la lente la que se adapta a la luz y, aunque han mejorado mucho en los últimos años, existen gafas de sol que ofrecen mejor protección.
- Con espejo: Estas gafas ofrecen una protección máxima. Tienen un revestimiento en la superficie de la lente que permite reflejar parte de la luz impidiendo que ésta llegue al ojo. Son recomendables para actividades como el esquí, deportes náuticos o situaciones en las que hay riesgo de deslumbramiento.
- Polarizadas: Este tipo de lentes bloquean parte de los reflejos que con unas lentes de sol convencionales no podríamos eliminar y sólo dejan pasar la luz útil. De ese modo evitamos el deslumbramiento y tenemos una visión más nítida, con mayor contraste y con menos fatiga ocular. Son gafas muy recomendables para su uso en alta mar o montaña.
- De policarbonato: Son las más ligeras y resistentes a los golpes. Ofrecen un nivel de protección superior a las orgánicas o de cristal. Indicadas para realizar deporte o usarlas al aire libre
- Básicas. Con cristales de color (lo veremos a continuación)
Además, para las personas que tenemos algún tipo de patología visual existen unos filtros llamados filtros selectivos que no son cristales de sol (aunque lo parezcan) pero que sí ayudan a reducir la luminosidad. Desde Aula de Baja Visión (Asturias BajaVisión) nos lo explican:
8. Los colores de los cristales de las gafas de sol
Hablemos ahora del color de la lente. Existen diferentes colores y aunque, en principio, no afectan a la visión sí hay ciertas peculiaridades cromáticas muy curiosas.
- Cristales amarillos / naranjas: mejoran la calidad en las distancias largas. Sin embargo no son muy recomendables si hay mucha luz aunque sí para la conducción nocturna o para deportes con movimientos rápidos.
- Cristales verdes: Reducen la luminosidad sin interferir en la claridad de la visión. Son las que mayor comodidad visual ofrecen. Recomendables para actividades acuáticas o de nieve. También son ideales para aquellas personas que tengan hipermetropía.
- Cristales marrones: Suelen ser más cómodos para las personas con miopía cuando hace sol. Un tono más claro (naranja) en días nublados o en lugares con poca iluminación. El marrón también es recomendable para quienes han sido operados de cirugía refractaria o si tienen cataratas.
- Cristal azul o gris: recomendable para la conducción de día.
En reglas generales, los cristales marrones, grises y verdes son los que menos alteran los colores de la visión aunque a la hora de elegir tus gafas es mejor probar varios colores y elegir aquel con el que te sientas más a gusto.
9. Usar las gafas de sol todo el año
Es en el verano cuando más se habla de gafas de sol. Sin embargo deberíamos utilizarlas todo el año, incluso en días nublados.
Aunque en el periodo estival los rayos de son son más intensos, el resto del año la radiación ultravioleta sigue estando presente.
10. El uso de gafas de sol en interior
Por el contrario, no es recomendable utilizar gafas de sol en interiores puesto que reducen la calidad de visión.
La razón es muy sencilla: estas gafas protegen frente a los rayos ultravioletas y las luces artificiales no irradian dicho espectro.
De todos modos, en casos excepcionales como aquellas personas que tienen fotofobia, las gafas de sol pueden servir como alivio si en un recito hay demasiada luz.
11. Gafas de sol graduadas
Por supuesto que existen gafas de sol graduadas. Hace años sólo algunos modelos lo permitían pero actualmente salvo casos específicos todas se pueden graduar.
De hecho, en cualquier óptica pueden ajustar las lentes a la montura que escojamos y también aplicar los filtros que mejor se adapten a nuestra visión. Esto depende también del tipo de gafa y modelo.
Sin embargo, en algún artículo encontrado por la web mencionan que si se tiene una graduación muy alta igual no es recomendable graduar las de sol. No entiendo muy bien la razón.
12. La duración de las gafas de sol
Me llama la atención que esta es una cuestión muy presente en las búsquedas por internet.
Entiendo que si se hace un desembolso importante por unas buenas gafas, queramos que nos duren lo máximo posible. (Salvo que tu situación financiera te permita comprarte el último modelo cada año).
Si las cuidamos y seguimos unas pautas básicas de limpieza, guardado y mantenimiento nos pueden durar muchos años.
De todos modos, todo esto depende del tipo de gafas que hayamos escogido. Algunas son más propensas a rayarse, a perder color, a deformarse a altas temperaturas, o por ejemplo las fotocromáticas van perdiendo su capacidad de aclararse con el paso del tiempo.
Otra cuestión son las gafas graduadas. Si se cambia la graduación de las gafas normales es recomendable hacerlo también de las de sol para evitar la molestia que produce al utilizar unas y otras.
Por último, en cuanto a la caducidad de las gafas, me gustaría dar un consejo sobre las modas y las gafas de sol. Si tu intención es usarlas varios años (o son graduadas) te recomiendo huir de las últimas modas pasajeras y optar por un estilo más neutral que pueda compaginarse con los estilismos de años futuros.
Extra: Otros métodos.
Las lentillas con filtro
Una nueva versión de las gafas de sol son las lentillas graduadas con filtro contra los rayos UV. Parece ser que sí que ofrecen cierta protección aunque insuficiente además de no cubrir todo el ojo. Creo que la mejor opción sería utilizar lentillas normales y luego gafas de sol sin graduar.
Las gafas de filtro azul
Hay quien incluye este tipo de gafas en el mismo grupo que las de sol pero poco tienen que ver.
Mientras que las gafas de sol protegen de los rayos ultravioleta, las de filtro azul solo bloquean la radiación de luz azul. Aunque ambos tipos protegen la vista, estos últimos han sido creados solo para cuando usamos pantallas: ordenadores, móviles, etc. Sin embargo, cabe puntualizar que aún no hay estudios claros sobre si realmente son necesarias o no y si realmente son beneficiosas a la hora de prevenir afecciones visuales.
Y tu ¿Ya tienes tus gafas de sol o te comprarás unas nuevas ahora que llega el verano? ¿Cuáles te gustan más? Danos tu opinión en la caja de comentarios.
Y no te olvides de nuestros Trucos para usar las mascarillas con las gafas de sol.