Pasamos los meses antes de verano preocupándonos por estar monísimos y monísimas para el veranito: que si la operación bikini, que si las comidas ligeras, las ensaladas, el gimnasio… pero llega la época estival y con tanto ajetreo nos olvidamos de cuidarnos y cuidar nuestros ojos.
El verano es una de las épocas más complicadas para la salud visual. Estamos expuestos a multitud de agentes agresivos y es por ello que debemos extremar los cuidados
Entre las principales amenzas del verano para nuestros ojos podemos destacar:
- La radiación solar ultravioleta
- La alta luminosidad ambiental a la que estamos expuestos a lo largo del día
- El cloro de las piscinas
- El agua del mar, de los ríos, pantanos, etc.
- La arena, el viento…
- Las elevadas temperaturas y los climas extremos
- La sequedad del ambiente
- Y, en muchos casos, la deficiente protección.
Aquí os dejamos unos cuantos consejos que mejorarán la salud de los ojos durante el verano y además servirán para prevenir futuras patologías.
Índice
1. Utiliza gafas de sol siempre. No solo en verano.
Las gafas deben comprarse en ópticas o sitios especializados; olvídate de esas baratijas que solo tienen el cristal tintado o de plástico que no tienen filtros solares y obligan al ojo a esforzarse más de lo debido. Deben ser gafas con proteccion ultravioleta.
Usar gafas sin protección, es mucho peor que no usarlas. Es imprescindible que las elijas correctamente y no te guíes solo por las modas y lo estético: deben ser gafas homologadas, con cristal anti-rayos ultravioleta, que se ajusten a la cara, que no sean muy abiertas por los lados y, por supuesto, que sean cómodas.
Más consejos sobre gafas de sol:
2. Toma el sol con los ojos cerrados.
No mires directamente al sol, ni aunque tengas las gafas de sol puestas o sea un día nublado.
Cuidado también con los reflejos indirectos de las radiaciones del sol, por ejemplo en la superficie del agua.
3. En verano, déjate las lentillas en casa si vas a la piscina o la playa.
No es aconsejable utilizarlas cuando te bañas ya sea en la piscina o la playa ya que pueden contaminarse con hongos o bacterias y causar infecciones oculares, conjuntivitis, etc.
Tampoco es recomendable tenerlas puestas para tomar el sol.
4. Cuidado con las infecciones oculares. Extrema la higiene.
Uno de los principales riesgos oculares del verano son las conjuntivitis, ya sean víricas o bacterianas.
Las mas comúnes suelen ser causadas por un virus y suelen empezar en un ojo y, a veces, contagian al otro. Provocan una sensación de tener arenilla en el ojo e incluso pueden producir fiebre y dolor de garganta.
Por eso es necesario extremar la higiene de manos al tocarse los ojos, sobre todo si se sospecha de conjuntivitis o aparecen síntomas como picor o escozor ya que eso puede empeorar la situación, lo mejor es acudir al oftalmólogo.
5. Hidrata los ojos contra la sequedad del ambiente.
Los ojos sufren con la sequedad del ambiente y por eso es necesario hidratarlos de vez en cuando. La sequedad provoca la sensación de ojo seco, de cuerpo extraño, escozor o pesadez.
Lo más aconsejable es llevar en el bolso o la mochila lágrimas artificiales por si notas la sequedad o una botella con agua mineral, o suero fisiológico, para limpiar los ojos al salir de la piscina o de la playa.
6. Cuidado con el aire acondicionado.
El ambiente seco, el viento y los aires acondicionados son uno de los peores enemigos del ojo ya que hacen que las lágrimas se evaporen con más rápidez. Estas son importantes porque sirven de barrera protectora contra el calor o pequeños cuerpos extraños que están en suspensión en el aire y que pueden provocar alergias oculares.
Es necesario cambiar los filtros del aire a menudo e intentar humedecer el ambiente con la colocación de recipientes de agua o plantas en casa.
7. Cuida tus ojos también al hacer deporte.
Ya te guste el buceo, la natación, el running, el senderismo… utiliza gafas adecuadas a cada uno de estos deportes ya que te pueden ayudar a evitar golpes, irritaciones, sequedad, deslumbramientos…
8. Cuidado con las cremas y protectores solares.
Al extenderte protector solar por la cara o cremas en el contorno de los ojos, evita el contacto con ellos y aplica solo hasta el hueso del pómulo. La piel de esta zona es muy sensible y puede producir una reacción alérgica o irritaciones dependiendo de la composición de los productos.
9. Alimentación sana en verano y todo el año.
Siempre nos han contado que la zanahoria es buena para cuidar la vista pero hay muchos otros alimentos que ayudan.
Una dieta sana, ligera y equilibrada para el verano, y para cuidar la vista, debe contener un gran número de frutas y verduras, alimentos ricos en antioxidantes, legumbres o pescado.
Según los especialistas las vitaminas A y C, así como el magnesio, son básicas para el cuidado de nuestros ojos.
10. Cuidado con las nuevas tecnologías y la exposición a las pantallas.
En época de ocio muchos emplean su tiempo a viciarse a videojuegos, a navegar por internet o a cacharrear con nuevos dispositivos. La exposición prolongada a las pantallas genera estrés visual por lo que es recomendable descansar la vista. Se puede emplear la técnica 20/20: por cada 20 minutos delante de la pantalla, debes descansar o relajar la vista 20 segundos, por ejemplo perdiendo la mirada en el horizonte sin fijarte en nada concreto.
11. Protege los ojos de los más pequeños.
Jóvenes y niños pasan la mayor parte del tiempo al aire libre en verano por lo que es recomendable que usen gorras o sombreros y gafas de sol a partir de los 5 ó 6 años.
Los ojos de los más pequeños son mucho más sensibles al sol puesto que hasta los 12 años no tienen desarrollado el sistema de protección contra los rayos solares por lo que estos inciden directamente sobre su retina con mayor intensidad y pueden provocar lesiones o enfermedades oculares con posterioridad.
12. Y, por supuesto, evita largas exposiciones al sol.
Sobre todo en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas). Esperamos que estos consejos os sean útiles y os ayuden a cuidar vuestros ojos.
¡A disfrutar del verano!